Posted 10/11/22 | Updated 10/14/22
The Partnership for Los Angeles Schools is appalled and outraged by the anti-Black, anti-indigenous, and homophobic statements made by Nury Martinez, Councilmembers Kevin de Leon & Gil Cedillo as well as former head of the Los Angeles County Federation of Labor, Ron Herrera.
The statements are divisive, vile, and have no place in our city. At the Partnership for LA Schools, we believe that our schools are responsible for nurturing non-violent and restorative environments that uplift our students’ identities so they can thrive and be agents of change with and for their communities.
The recent comments by entrusted elected officials and community leaders do not communicate such a message to our students and communities. Instead, they reinforce a culture that causes harm by upholding white supremacy, homophobia, and colorism. We know that the journey to uproot structural racism requires intentionality, courage, and a long-term commitment. We are committed to continuing to work with our incredible student leaders, families, teachers, racial justice partners, and other allies to disrupt anti-Black racism and all forms of oppression in our schools and our LA community more broadly. We recommit to reflecting and equipping ourselves and our school leaders with the education, tools, and resources we need to root out racism and build movements that foster cross-racial solidarity and collective action.
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Declaración sobre los comentarios racistas de los concejales de la ciudad de Los Ángeles
Partnership for Los Angeles Schools está consternada e indignada por las declaraciones homofóbicas, y contra las personas negras e indígenas que han hecho Nury Martínez y los concejales Kevin de León y Gil Cedillo, así como Ron Herrera, presidente de la Federación de Trabajadores del Condado de Los Ángeles (Los Angeles County Federation of Labor).
Sus declaraciones son divisivas, ofensivas y no tienen lugar en nuestra ciudad. En Partnership for LA Schools, creemos que nuestras escuelas son responsables de fomentar entornos no violentos y restaurativos que eleven las identidades de nuestros estudiantes para que puedan prosperar y ser agentes de cambio con y para sus comunidades.
Los recientes comentarios de los funcionarios electos y de los líderes de la comunidad no transmiten ese mensaje a nuestros estudiantes y comunidades. En cambio, refuerzan una cultura que causa daño al mantener la supremacía blanca, la homofobia y el colorismo. Sabemos que el camino para desarraigar el racismo estructural requiere intencionalidad, valor y un compromiso a largo plazo. Nos comprometemos a seguir trabajando con nuestros increíbles líderes estudiantiles, familias, maestros, socios de la justicia racial y otros aliados para interrumpir el racismo anti-negro y todas las formas de opresión en nuestras escuelas y en nuestra comunidad de Los Ángeles en general. Nos comprometemos de nuevo a reflexionar y a equipar tanto a nosotros mismos como a nuestros líderes escolares con la educación, las herramientas y los recursos necesarios para erradicar el racismo y crear movimientos que fomenten la solidaridad interracial y la acción colectiva.